El cantante busca demostrar a través de su vestimenta su personalidad.
Aunque no se considera un experto en el tema de moda, el cantante español Pablo Alborán admite que es un tema que le gusta. Es por esto que el cantante busca demostrar a través de su vestimenta su personalidad sencilla y relajada.
De hecho, durante la sesión de fotos que acompaña estas páginas Alborán mostró que conoce de estilo y de las piezas que más le favorecen.
“Me gusta la moda, y aunque no soy un especialista en en el tema, me gusta”, comentó el artista quien recientemente estuvo de visita para promocionar el tema “Miedo” incluído en su segundo disco “En Acústico”.
El intérprete hizo una pausa en las múltiples entrevistas y compromisos que tenía en su agenda promocional para participar de esta sesión de fotos con Por Dentro.
Durante la jornada se mostró muy cómodo con la cámara y en varias ocasiones aseguró que al vestir, intenta buscar la elegancia y la sencillez. No le gustan las piezas muy llamativas y evita los conjuntos de ropa “muy rebuscados, sino que sean piezas que vayan con mi personalidad, soy un hombre normal y corriente y busco que eso esté reflejado en mi ropa”, añade el cantautor malagueño, de 23 años.
Una de sus piezas favoritas es la bufanda y cuenta que comenzó a utilizarlas como un accesorio práctico para proteger su garganta.
¿Cómo es tu hábito de compra?, preguntamos.
“Compro ropa porque la necesito y porque con tantos viajes cambia bastante la temperatura en cada país. Forzosamente necesito tener una maleta llena de ropa para distintos climas. Lo que pasa es que me falta mucho tiempo y al final voy a comprar ropa sin ni siquiera probarla”, responde.
En forma
Para mantener su cuerpo tonificado -por el que muchas de sus fanáticas deliran- Pablo menciona que practica diferentes deportes e intenta mantener una rutina en el gimnasio a pesar del poco tiempo que le deja su agitada carrera.
Practica el ‘paddle board’, el tenis, el fútbol (aunque confiesa que juega muy mal) y nada bastante. Además realiza múltiples rutinas en el gimnasio.
“Hago mucho deporte, pero también por falta de tiempo intento no obsesionarme porque lo hago por salud. Al fin y al cabo es una actividad que me pone de buen humor y en este ritmo de vida tan frenético siempre necesito despojarme de algún modo”, comenta.
El ejercicio lo combina con una dieta balanceada, aunque admite que también se permite probar las delicias culinarias de los países a los que viaja. Nos reveló que en su más reciente visita a la Isla saboreó un plato de mofongo con chicharrones de pollo en un restaurante en el área del Escambrón.
Su fórmula contra el estrés
Para Alborán, la música no solo es su trabajo sino también su refugio cuando quiere liberar las tensiones. Por eso, lleva su guitarra a todos lados y no duda en utilizarla cuando necesita tiempo para si mismo. “Agarro mi guitarra y logro evadirme y escaparme un poco de la rutina”, señala.
Además, el joven cantautor menciona que para mantener el equilibrio, ha tratado de llevar su vida lo más normal posible. Disfruta leer sobre diversos temas y sacar tiempo para compartir con sus familiares y amigos.
“Personalmente no he cambiado tanto porque mis costumbres siguen siendo las mismas. Sigo yendo al cine, compartiendo con mis amistades, aunque me cuesta un poco más pero uno se pone un sombrero y no pasa nada. Siempre trato de mantener la normalidad porque esto es un trabajo más. Además, trato de llevarme a mi madre a todos lados, a mi padre y a mis hermanos”, concluye.
Su pasión
Desde muy niño, Pablo Alborán ha sentido una gran atracción hacia la música. A los siete años comenzó a tocar el piano a los siete años, a los 10 la guitarra y a los 12 a componer.
Cuenta que siempre vio a su padre -quien es arquitecto de profesión- tocar el piano y la guitarra y eso le inspiró.
En el 2010 debutó en el escenario musical profesional con el album “Pablo Alborán”y desde entonces no ha tenido descanso.
“Estoy muy feliz y ante todo muy agradecido porque vivimos en un momento difícil y el hecho de ser un artista nuevo, que está comenzando y que puede vivir de esta industria es un sueño cumplido. Desde pequeñito he soñado con poder dedicarme a la música, poder subirme a un escenario y cantar. Lo estoy consiguiendo y eso es fabuloso, sobre todo porque lo he hecho con todo un equipo de trabajo que está detrás y aunque suena tópico, lo cierto es que no estaría aquí si no fuera por un grupo de personas que trabaja conmigo y por el público. El hecho de que la gente crea en mi música es algo q no se puede comparar”, comenta.
Actualmente, promociona el sencillo “Miedo”, de su segunda producción discográfica llamada “En Acústico”. Según es un tema cotidiano que vive todo aquel que se enamora y sufre la inseguridad que muchas veces acompaña a este sentimiento.
“Es un tema que habla del miedo cuando nos enamoramos. Cuando uno piensa en el amor, piensa en un mundo maravilloso, mariposa en el estómago. Sin embargo, también hay un lado bastante paranoico y bastante asustadizo en el amor que es el miedo a no ser correspondido, a que no te digan te quiero, a ir demasiado rápido, a que te engañen. Y luego, al fin y al cabo, siempre terminas enamorándote a pesar del miedo y a pesar de que te sigues enamorando, siempre existe el miedo. Al final de la canción digo que ya no siento miedo, porque creo que lo mejor que nos puede pasar en la vida es enamorarnos a pesar de la cantidad de paranoias que se nos ponen en la cabeza”, comenta.
Sus logros
• Ha logrado mantenerse en la lista de los álbumes más vendidos en España y Portugal con su segundo disco “En Acústico”, lanzado en febrero del 2011.
• En Portugal permaneció 24 semanas en el número uno, logrando cuatro Discos de Platino y convirtiéndose en el artista que más tiempo ha ocupado ese puesto desde 1997, año en el que se implantó el sistema electrónico para contabilizar las ventas de discos.
• Fue nominado a tres premios Grammy Latinos 2011.
• Ha ganado el Premio Cosmopolitan 2011 al Mejor Artista Masculino, el Premio 40 Principales 2011 al Artista Revelación, el Premio Andalucía Joven, el Premio TVE al Disco del Año 2011 y el Premio Dial 2011.
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